En el subte me observan con extrañeza...¿qué estará haciendo este loco?
Durante los largos trayectos en el colectivo o cuando espero a mis clientas en el salón de belleza, me gusta practicar las técnicas que me enseñó mi abuela en el bordado, e incluso inventar nuevas.
La gente de la cuadra no entendía al principio por que "arruinaba" las fotos de mi familia y las que eventualmente encontraba, pero al ver como quedaban finalmente, comenzaron a donarme fotos y postales que tenian guardadas para que las llenara de color.
Con el tiempo, Doña Rosa, la señora de la mercería me comenzó a regalar materiales y ahí conocí a las vecinas del barrio que disfrutan de bordar y tejer.
Me verás bordar... es nuestro club donde nos reunimos a bordar, tomar mate, charlar e hilvanar las fotos que después de un largo recorrido llegaron a nuestras manos.
